Tribuna Magisterial, Bogotá, abril 13 de 2015.
El Comité Ejecutivo de FECODE decidió por
unanimidad fijar la hora cero del paro nacional indefinido del
magisterio para el 22 de abril. Se trata de enfrentar con una decida
lucha la más difícil coyuntura que ha vivido la educación colombiana en
los últimos tiempos.
Después de cuarenta y cinco días de haberse presentado el pliego de
peticiones no se ha alcanzado un solo acuerdo. La actitud permanente del
Gobierno ha sido dilatar y entorpecer la negociación. No podría ser de
otro modo, dado que su verdadera intención es dar la apariencia de
voluntad de negociación mientras va adoptando medidas contra la
soberanía y el desarrollo de Colombia, contra su educación y sus
educadores, que tienen como máxima expresión el Plan Nacional de
Desarrollo. No obstante, al fin el pasado viernes, ante el conjunto del
movimiento sindical estatal, se vio obligado a destapar sus cartas:
Ante la justísima solicitud de FECODE de que no se acabara en el tal
plan con los grados de prejardín y jardín la respuesta fue que no. En lo
atinente a la financiación de la educación pública afirmó el Gobierno,
con total desprecio por la realidad, que nunca antes había tenido tantos
recursos. Frente a la petición de la concurrencia de la Nación para el
pago de las deudas con educadores y administrativos se limitó a decir
que la pagaran departamentos y municipios, ya que los recursos pensaba
destinarlos a otros fines. En cuanto a nuestro rechazo a las
Asociaciones Público Privadas se despachó sobre las bondades de esa
forma de privatización. Y sobre Jornada Única refrendó la ya conocida y
mentirosa propaganda oficial de colegios en el aire, almuerzos escolares
de hambre, inexistencia de transporte escolar, tercerización y
persecución contra el magisterio.
La Ministra de Educación ha insistido en impedir el ascenso de los
docentes del 1278 so pretexto de nuevas formas de evaluación, cabalgando
en el engaño que sistemáticamente propala por intermedios de los
grandes medios de comunicación con maniobras tales como el Día E y su
Índice Sintético de Calidad Educativa, para hacer responsables a los
maestros de la catástrofe de la educación, cuya responsabilidad recae en
el Gobierno.
Y para terminar de completar el panorama, en el día de hoy, en el
plenario de la Mesa Estatal los representantes gubernamentales llegaron
con la propuesta de aumento salarial de 3,66%, que ni es propuesta (la
Corte Constitucional estableció que no puede estar por debajo del IPC)
ni es aumento salarial. Para las demás peticiones económicas no hubo
respuesta.
El magisterio colombiano debe acelerar y profundizar los
preparativos del paro: explicar a la comunidad educativa las causas del
conflicto, conformar los comités de paro, afinar los medios de
propaganda y fortalecer la unidad.
Vamos al paro con la firme convicción de estar defendiendo la causa
de la inmensa mayoría de los colombianos, de su derecho a tener una
educación pública, financiada adecuadamente y prestada directamente por
el Estado, del más alto contenido científico, con autonomía escolar, al
servicio del desarrollo del país y con maestros con plenas garantías
salariales, de ascenso, salud y laborales.
¡Viva la unidad del magisterio colombiano!
¡Viva el Paro Nacional Indefinido!
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