El Declive de la Institución.



Fracois Dubet.
El Declive de la Institución. 

Notas tomadas del libro El Declive de la Institución. 

Capitulo 3
Los Docentes: una mutación bajo control
Los docentes se inscriben en una tradición. Hay un sentimiento de unidad en la creación del “cuerpo de profesores”. Son herederos de un trabajo identificado con el programa moderno: La República. El docente es heredero de algo y esas trasformaciones el docente las sintió con nostalgia.

República:
¿Cómo fue la escuela primaria en Francia?
-    La institución moderna en principios pero no en su forma
-    Fue un tipo ideal de institución laica
-    La idea era quitar la iglesia
-    Intentaba instalar un universalismo distinto al de la iglesia
-    Intentaba instalar un orden sagrado de nuevos valores
-    Prolongó la alfabetización
-    Tomó elemento de orden religioso: formaba profesores en normales parecidas a los seminarios.
-    Era progresista pero en su forma: conservadora
-    Los niños de la burguesía se beneficiaban con escuelas de pequeños liceos privados o públicos
-    Los métodos de los profesores eran sólidos
-    Los docentes encapaban del control directivo de los notables locales
-    Docentes encarnaban una vocación. Hay una imagen vocacional
-    Programas escolares eran más estables
-    Pero la escuela era un santuario
-    La disciplina escolar es hecha de reglas y controles inequívocas
-    La pedagogía fue bien sobrellevada aunque hoy nos parezca insoportable
-    Con la pedagogía el niño era visto “como una cera maleable y salvaje a la cual la educación debía humanizar”

LA ENTRADA DE LA INFANCIA A LA ESCUELA

-    Fue una de las modificaciones de las escuela más profundas
-    Al niño debe elevársele la cultura
-    Para hacer del niño un adulto
-    La idea es que quedara protegido de la violencia de los adultos
-    Si existía castigo era educativo
-    Transformado en alumno el niño aparece considerado un “normal”
¿Quienes rechazan la brecha entre el alumno y el niño?
Los que prefieren la psicología y los que prefieren la didáctica. Estas dos posiciones son complementarias
Viejos procesos: lecciones de moral.
Nuevos procesos: centrados en la actividad del alumno, la moral es una experiencia común.
Ya sea que se consideren alumnos o niños siempre se imponen las dimensiones afectivas de la relación pedagógica.
Parece que la llegada de la infancia no afecta al oficio del “dictar clase “modernos y tradicionales coinciden en eso
Alumno Activo:

El aula ha cambiado. Hay una búsqueda en la actividad del alumno, es el modo central del proceso pedagógico. Hay que volver los niños activos (más que amarlos). Hay que poner en acción al alumno.
Esto no significa que los procesos tradicionales no se preocuparan por la actividad del alumno. Se desplazo el centro de la actividad pedagógica, la que confrontaba era “la pedagogía frontal”
Se clasifican los alumnos desde el punto de  vista objetivo: todos los alumnos no están igualmente dotados.los alumnos no debe tratarse según una sola norma común.
¿Existe un doble modo de evaluar a los alumnos?
Frente al alumno el maestro adopta normas universales.
Frente al niño adopta normas particulares.
¿Hay una escuela natural y una escuela primaria?
Trabas psicológicas:
Las dificultades escolares se perciben como síntoma de una dificultad psicológica. Las causas se las indignan a la historia familiar o a las dificultades entre Maestro-Alumno. Las dificultades escolares son vistas por el maestro como dentro del marco de una psicología natural.
¿Se pueden explicar las trabas escolares en términos de trabas psicológicas?
Esto puede liberar al maestro de responsabilidades.
Puede haber fracasos de tipo afectivo o fracasos de tipo relacional. Si las relaciones pedagógicas se vuelven mas subjetivas el maestro debe saber construir las distancias
Los niños tienen padres:
 EL ingreso de los niños a la escuela también es el de sus padres.
¿Cual es el valor sobre el que descansa el tomar a cargo los niños?
Tiene doble cara: a) niño para desarrollar potenciales
b) niño debe tener logros
El niño y el alumno tienen problemas para estabilizarse. Hay familias que quieren que se trate a su niño como un niño y que la maestra aporte a su desarrollo.
Rechaza la autoridad del profesor y al parecer no quiere deberes
Las familias menos favorecidas no se preocupan mucho por los alumnos, confían demasiado en los maestros. Nunca tiene contacto con el maestro. Les gusta la autonomía d la escuela ero no la respetan por convicción sino por otra cosa.
De todos modos la entrada de la infancia a la escuela implica dialogo con los padres.
SOCIALIZACIÓN, ENSEÑANZA Y SUBJETIVACIÓN.
La llegada de la infancia a la escuela deslindo las distintas lógicas (diciplina escolar tradicional) Los maestros apuntas a tres objetivos:
1.    Socialización
2.    Enseñanza
3.    Subjetivación de los niños que deben desarrollar su potencial.
¿Cómo se relacionan los actores con esos tres objetivos?
Lo esencial del oficio es integrarlos. Es decir, el oficio ya no consiste en cumplir un rol sino en construir una actividad profesional.
Dictar Clase:
¿Cuál es la tarea de la enseñanza primaria?
1.    Organización del trabajo
2.    Construcción de una disciplina
Fue este ritual el que transformó el niño en alumno.
El Maestro lleva adelante su clase. Es la materialización de su personalidad. Es una prolongación de sí mismo. El aula muestra como es el maestro. Crea una distancia entre el aula, la casa y el descanso. Para él el orden socializa, lo contrario es considerado despelote. Parece que los maestros intentan prolongar ese orden hacia las familias.
Enseñanza:
¿Cómo instruir a los alumnos?
-    No es socialización
-    Apela a la actividad del alumno
-    Los principios del aprendizaje no son los de la disciplina
-    Hay que hacer el trabajo de invención pedagógica (pero parece que esas innovaciones en la periferia “de la enseñanza tradicional” siguen siendo el núcleo).
Sin embargo hay quienes perciben el aprendizaje como la puesta en práctica de métodos científicos. Pascal cree en la ciencia de la didáctica.
¿Qué normas de enseñanza aprenden los maestros?
Cada niño es un alumno en particular con ritmos de aprendizaje propios pero sabe que el colegio tiene expectativas específicas. En resumen los profesores saben que la actividad autónoma del niño está sometida a un calendario objetivo.
Subjetivación:
El maestro tiende a separarse de los factores excluyentes de la disciplina. Quiere que cada niño desarrollo su autonomía y sus posibilidades. Hay un viraje hacia la relación afectiva. Los maestros deben ser capaces de “amar el niño.”La atención por el niño se manifiesta de muchas maneras:
1.    No deben haber niños con dificultades.
2.    Ofrecer múltiples oportunidades
3.    Orientarles hacia psicólogos cuando hay problemas.
¿Dónde están las fronteras?
Los ritos disciplinarios solo tienen sentido pedagógico si no son un fin en sí mismos. A veces la obsesión por los aprendizajes encierra a los docentes en una burbuja. Pero también hay docente que se toman como psicólogos o trabajadores sociales y olvidan la enseñanza y la disciplina. Jean Jacques acepta que el maestro se ve obligado a administrar todos esos elementos: “hay cosas que aparecen ahora que no estaban antes”
LAS PUESTAS A PRUEBA DEL OFICIO.
Los profesores fijan las reglas, los ritmos y las normas. Custodian los límites de la clase. Preservaron la capacidad de objetivar su trabajo: miden sus progresos, saben que hacen.
La obligación de creer, los ardides y la culpabilidad:
El trabajo de los profesores como actividad de construcción del oficio. Hay que perseguir gran cantidad de objetivos, distintos tipos de relaciones. Todo se convierte en una cuestión de equilibrios.
Para dictar clase hay que actuar como si uno creyera en ello. La naturalización de las dificultades escolares forma parte de la estrategia.
Oficio y Responsabilidad:
El oficio del profesor no es un rol escrito de antemano. El oficio involucra el sujeto, implica una vocación. “la distancia entre el trabajo prescrito y el trabajo real siempre parece ser considerable.” pág. 185. El oficio tiene un carácter heteróclito. “cuando ejerzo mi profesión es preciso tener una intención.” Los maestros aplican sobre sí mismos el principio de compromisos. “Hay que admitir que uno es el todopoderoso y a la vez no creerse dios”. La clase es el reflejo de su trbajo y su personalidad.
UNA ORGANIZACIÓN DOMINABLE. Ni caída ni decadencia:
¿Hubo un programa institucional idealizado que explique las dificultades del oficio?
Nadie contrapone la vocación sagrada de los antiguos maestros al pragmatismo interesado de los nuevos. Aunque los profesores se sientan “republicanos” las complicaciones de su trabajo no se transforman en sentimiento de caída. En tanto herederos de una historia no son custodios de un templo institucional. No puede decirse que el paulatino dejamiento respeto a una matriz institucional se interprete como una invasión de un orden regular por la barbarie. Ese aplacamiento puede explicarse debido a que con el paso del tiempo se mantuvieron 3 rasgos del programa:

1.    La escuela primaria siempre estuvo abierta a todos los alumnos. La tradición de la escolarización en común de todo grupo etario es un fenómeno evidente. Sin embargo la idea de los “logros” es una idea relativamente nueva.
2.    La escuela primaria siempre fue un santuario relativamente abierto a la vida social. Los maestros de escuela tuvieron un rol activo en la vida local. Es una especia de evolución más que una ruptura.
3.    A pesar de que desde hace tiempo los profesores no son reconocibles por su atuendo, el mundo de los profesores mantiene homogéneo en términos de organización.
Una Organización estable: mientras la organización fue relativamente estable las modificaciones de la escuela primaria se llevaron mejor. Los maestros saben desde un comienzo que dictaran clases a todos los alumnos. El mecanismo de nombramiento termina por ajustar a los profesores con sus públicos. Las escuelas primarias tienen un aire de familia, los profesores se conocen. Los maestros siguen siendo ampliamente autónomos, esa apertura se dio sin que lo grueso del oficio desapareciera.
Un Oficio:
Limitemos a señalar que la infancia entro a la escuela, que esta reforzó una lógica latente y que la experiencia del maestro está lejos de haber estallado.
La escuela reconoció a un sujeto infantil.
La mayoría de profesores reconocen su trabajo como su propia obra, al igual que los artesanos saben exactamente que producen. Entre los niños el maestro encarna una forma de justicia y protección. ¿Acaso por ese motivo todo adulto que se reencuentra con su antiguo maestro de la primaria siente que vuelve a ser niño? El maestro en consciente de qué hace y cuál es su producto.
Para el maestro el clima de la clase es un dato objetivo. Cada profesor sabe que aprenden sus alumnos. Precisamente uno de sus oficios es esa impresión “de producción objetiva del trabajo sobre otros”. Parece que el maestro ganó reconocimiento de sus competencias mientras perdía “legitimidad tradicional”(sagrado). La figura de la vocación heroica ya no está. Ya su oficio lo llena. Tiene una vocación en el sentido de que su oficio se vuelve, de buena o mala manera, un modo de realización de sí.
El alejamiento de la figura canoníca de “programa institucional” no es fácilmente identificable con una crisis trágica.
El oficio sigue siendo objetivable en los resultados de los alumnos en el clima del aula. ¿De qué pudo librarse la escuela primaria?
1.    Hay la impresión de que se libró de los aspectos más autoritarios de la matriz institucional.
2.    Se desacralizó para remplazar el imperio de la disciplina con el de una denominación entre igual: instruir y formar sujetos.
Capitulo 8
Fuera de la institución: los mediadores
Hay actores que poseen un estatuto profesional y forman parte de una historia institucional. Hay actores que solo tienen para vender lo que son: su edad, su género, su cultura de clase y su cultura étnica. Optamos por trabajar con un grupo de mediadores escolares puestos a disposición de los colegios reputados.
Crisis escolar y división del trabajo. Desordenes y hechos de violencia.
Gran cantidad de alumnos les parecen ajenos a los inicios de la vida escolar y del oficio del alumno. Por eso laos establecimientos tiene problemas educativos considerables. Hace falta que un trabajo educativo preceda y proteja el trabajo estrictamente pedagógico en aras de volverla apacible.
La pedagogía no puede seguir siendo un ámbito reservado a los docentes. Es necesario que las relaciones entre los alumnos y el mundo de la enseñanza  estén mediatizados por unos actores: los mediadores.
Deben estar disponibles, conocer los alumnos, deshacer conflictos pero sin poder alguno de sanción, pues eso debe estar en manos de los directivos.
El trabajo sucio:
El trabajo de los mediadores queda englobado en la disciplina, pues los maestros se consideran sin herramientas pedagógicas frente algunas cosas.
La mediación responde a una crisis de la escuela más que a problemas específicos. Delimita actores. Los mediadores atienden los vacios que deja el conjunto del personal. Pero esos vacios ellos los miran de manera crítica. “no es problema mío”, parece ser la decisión de los maestros. A los mediadores les toca realizar el trabajo sucio, “no son los barrios es la escuela que da marcha atrás.” Pág. 311 los mediadores tiene puestos de subalternos:
-    No están titularizados
-    Contratos por seis meses
-    Deben ser jóvenes (un condición efímera)
-    No pueden hacer proyectos personales a largo plazo
Los mediadores piensan que su actividad no es verdaderamente un oficio.
Entre Dos:
Los origines sociales y étnicos cuentas a la hora de elegir los mediadores (como hermanos mayores) La mayoría son de origen extranjero. En muchos aspectos se parecen a los Liceístas (prefieren de medios populares). Se cree que ellos comprenden naturalmente “a esos jóvenes”. Los mediadores se definen como puente entre dos mundos. Se considera que los mediadores deben reducir el nivel de violencia de los alumnos.
La Admonición de la Ley. Un asunto pedagógico.
Los mediadores saben que no se pueden dejar impresionar por los alumnos. “La imagen del Gorila” no se ha esfumado. Los mediadores intentan anticiparse a los problemas.
Los mediadores terminan por conocer todas “las comidillas” del establecimiento y la ciudad. El control se ejerce prioritariamente contra las riñas, es decir, tiene un dimensión física. Aunque es claro que a los “alumnos no se les toca”
Llevar adelante la investigación:
Pero los mediadores también son informadores, pues en general las riñas son infrecuentes. No deben solo prevenir la ley sino prevenir conflictos. Como los policías también deben llevar adelante investigaciones. Eso puede traer riesgos pues se puede perder la confianza de los alumnos.
Dorar la píldora:
Los mediadores intentan calmar las cosas entre los alumnos. Pero los mediadores del colegio deben pensar que las prácticas del colegio no son justas, Aunque los mediadores no tomen las sanciones disciplinarias. El caso de la llegada tarde de maestros es un ejemplo… se sancionan esas prácticas para los alumnos. Es una actividad incomoda para el mediador. Aunque intentan ser no tan solidarios con el orden del colegio siempre deben reflejar que son el sostén de la institución.
El colegio es de por si un mundo violento. No siempre justo. A la violencia de la ciudad se le suma la violencia propia.
LA CONFIANZA DE LOS ALUMNOS: la relación es buena.
Los mediadores están en una situación paradójica.
Valorizan los alumnos:
Su interés es por los alumnos en si
Están cerca de los alumnos
Valorizan la escuela    Mantiene el orden:
Reflejan una necesidad de adultos

A los mediadores independientemente de cualquier cosa se los considera de manera positiva.
Sacar provecho de la debilidad propia:
La ausencia de recursos disciplinarios se vuelve una arma. Los mediadores controlan pero no castigan. Eso les da cierta confianza a los alumnos y permite resolver problematicas que los docentes no.
¿Qué hacer con la relación?
La relación de los mediadores con los alumnos no tiene otro objetivo más que ella misma. El campo de la pedagogía les está velado. Para los mediadores los alumnos alborotadores y desmotivados no siempre son forajidos sino adolecentes de barrios populares. Como están cerca de los alumnos sobre ellos caen sospechas de pararse del lado de los alumnos.
¿Qué es ser adulto?
Hay que actuar como adulto. Hay que ser un referente. Sin embargo los mediadores no les gusta que les comparen con los “hermanos mayores”. La relación cons los alumnos debe ser una relación como adulto, un comportamiento de adulto. Hay que impartir moral, mostrar ejemplo. Cada mediador construye sus propias normas de acuerdo a los casos de los alumnos relacionados. Esto puede parecer anómalo pero en realidad es un mundo donde las relaciones extrañamente padecen desocializados.
Ese tipo de relación esta en los antípodas de lo que hemos denominado “programa institucional” pues la disciplina no se percibe en él como una preservación del orden, ósea que los mediadores son custodios ambiguos del orden más que educadores.
Crearse un lugar propio:
En el “programa Institucional” el “trabajo sobre los otros” se funda sobre un lugar adquirido sobre concurso o convocatoria. Pero los mediadores son mediadores independientes que se representan a sí mismos. La llegada de ellos al colegio en un comienzo suscito desconfianza. En ese sentido ellos debieron imponerse. Debe crearse su propio lugar sin entorpecer el de los demás.
Parece que su lugar se mide de forma negativa “al principio éramos como bomberos”.
El Desprecio:
Los mediadores se sienten despreciados por algunos maestros y esa es una de las experiencias más penosas. “no hay que tratar de aconsejar  a los maestros”.
Pasar el mal trago:
Los que piden la llegada de los mediadores en realidad son los directivos. Tienen más receptividad por parte de ellos. Y de repeso “a veces en los pequeños conflictos el alumno tiene toda la razón pero delante del profesor uno debe actuar con hipocresía.” Pág. 333
Parece que “el lugar propio” se gana más a expensas de la amargura.
Ganarse un lugar propio:
Hay que tener cualidades propias y del “clima del establecimiento”. Hay que ganarse un lugar hay que ganarse el lugar del mediador. Y eso se gana con la capacidad de mediar. A veces hay que tomar partido y no ser tan hipócrita.
DE LA INSTITUCION A LAS POLÍTICAS  AD HOC
A  veces el trabajo de los mediadores puede entenderse como los antípodas de un “programa institucional” ¿es una nueva manera de “trabajar sobre los otros”? objetivamente se puede tener la hipótesis de que la mediación es eficaz.
Una institución extrañamente parcelada:
Las escuelas de extramuros no sufren de una ausencia de personal ni en lo pedagógico ni en la dimensión educativa. Al personal clásico se le sumo los animadores encargados de una actividad específica. Hubo que contar con las estructuras sociales del barrio que trabajan con el colegio cada actor utiliza herramientas especificas.
Esa división del trabajo no es neutra. Los orígenes sociales y los estatutos y otros son sociales; y la división del trabajo es más acentuada cuando el establecimiento se dirige a alumnos difíciles (de clase dominadas). Eso es un proceso. “En el que se posesiona cada actividad bajo la egida de varias jurisdicciones”. pág. 336
Adultos improbables:
La institución se particiona. Los mediadores se eligen porque están a la vez cerca de los jóvenes y de la escuela. Pero es casi imposible ser adulto con la distancia entre la escuela y los jóvenes. Manejarse como adulto es entender el punto de vista de los adolecentes. No hay una prueba de laxitud para arreglar los pequeños problemas así. Ni mucho menos algo de complicidad.
El mundo escolar está regido por dos grande principios objetivos
1.    Igual de todos
2.    Merito ( jerarquiza los castigos y las recompensas)
La posición del adulto es moverse a partir del principio del reconocimiento. La neutralidad laica debe adaptarse a casos.
No es un niño:
“Trabajar sobre los otros” tal vez marca una decadencia de un programa institucional, pues nos es un oficio. En el modelo “institucional puro” los valores se imponen sobre la personalidad; en el otro, la personalidad rige el vínculo con los valores.
Un oficio es:
Dura toda la vida    La mediación es:
Efímera
No ofrece posibilidades de carrera
No reposa sobre un estatuto
Deben permanecer jóvenes y adultos
Obtiene reconocimientos pero pequeños


El trabajo del mediador se desarrollo en la educación. Los profesores ya tiene su sitio, los mediadores existen porque el trabajo educativo articulado alrededor del “dictado de clase” ya no es suficiente. Pág. 341 Y los alumnos tienen la sensación de no ganar mucho en la escuela su educación ya no pasa por los esquemas del “programa institucional”. Es uno de los cambios más profundos sufridos por la escuela al contacto con el mundo económicamente dominado.
En ese sentido la experiencia de la mediación es homologa a la de los alumnos, el programa institucional no funciona, no es más que una forma de poder.
Capitulo 9
El trabajo y El trabajo sobre los otros
El trabajo sobre los otros es tachado de inmaterial. Pero conserva todas las características de muchas actividades laborales hoy. Sin embargo se diferencia: es un trabajo sobre uno mismo. Por eso el tema de oficio y de la profesión es problemático. Su “reconocimiento profesional” escapa a toda objetivación del trabajo producido.
Ese trabajo es una actividad crítica. Pero esta actividad también está cada vez mas apresada en la vida y en las redes de organizaciones complejas. (Organizaciones que sirven de marco para su actividad)
La lucha en la organización y el llamamiento a la autonomía al sujeto se yuxtaponen.
La continuidad el trabajo:
¿Hay una arqueología filosófica del trabajo?
Tres grandes tradiciones se conjuraron para hacer del trabajo la experiencia social central de las sociedades modernas:
1.    El trabajo como contrato social. De la economía política inglesa:
El trabajo es la fuente de todas las riquezas.
Es la propiedad de todo individuo (de todos aquellos que no heredaron un estatuto)
El individuo se pertenece a sí mismo (no como en el feudalismo)
Los formadores de adultos piensan que la codificación incrementa la autonomía. Es el trabajo que posee al individuo. Los trabajadores de adultos persisten en pensar que el trabajo es la única manera de ser autónomos.
En el caso de los alumnos el desempeño se mide en términos de trabajo.
Lo profesores utilizan un criterio esencial de justicia para medir a los alumnos: sancionan el trabajo de los alumnos, es decir, justifican las desigualdades.
Parece que el trabajo se abre como único principio capaz de articular la desigualdad.
Se justifican las desigualdades porque reposan sobre un trabaho emprenido libremente.
El trabajo es un equivalente general de justicia en una sociedad donde se define a los individuos en primer lugar por su libertad.
Hasta para los más radicales el trabajo sigue siendo el fundamento de un contrato que asocia a individuos libres y no se consideran injustas todas las desigualdades.
2.    El trabajo como realización de uno mismo:
Es una dimensión más antropológica. El trabajo es definido como creatividad humana (marx). En EL siglo XIX se vuelve eso. Es la expresión de las capacidades humanas de controlar la naturaleza. El sujeto en su trabajo. El capitalismo aliena al trabajo porque separa al trabajador de sus obras, se reduce a un valor de intercambio. Pero por su puesto todos trabajan para que se les pague pero a la vez todos los formadores, docentes, enfermeras, trabajadores sociales, mediadores, buscan en su trabajo una forma de realización personal. La desaparición de la vocación religiosa no dejo lugar a vacios sino que abrió la búsqueda de realización de sí mismo.
En el trabajo sobre los otros, los valores aristocráticos de la obra se impusieron como valores comunes y democráticos.
3.    El trabajo como solidaridad:
El trabajo crea lazos funcionales de dependencia.
Todos los actores que hemos estudiado, a excepecion de los mediadores son definidos por sistemas estatutarios extremadamentes rigurosos.
En todas partes el trabajo social también se desvincula paulatinamente del trabajo prescrito; y los individuos ya no pueden atenerse a cumplir solo con su rol. El individuo debe innovar y arbitrar para que se realice el trabajo.
Oficio, Rol, Personalidad:
Tres conjuntos:
Tener un oficio es ser capaz de producir un trabajo autónomo y previsible en contextos difíciles.
El rol deriva de las posiciones del individuo en la organización. Es relacionista. La cualificación de la liga al puesto laboral.
Puede definirse que el trabajo sobre los otros está definido también por la personalidad, no solo al rol. Por eso “la competencia” se define por medio de la capacidad de construir su propio trabajo. La competencia es un arte.
La personalidad es “rasgo de Carácter”: capacidades de empatía, virtudes de compromiso y de resistencia.
Rol

Lugar en la Organización    Personalidad
Realización personal
Competencias
    Oficio
Capacidades técnicas


Hay tres tipos de tensiones:
Personalidad contra Oficio (docente erudito que es incapaz de soportar a sus alumnos)
Rol Contra Oficio (principio de decepción)
Rol Contra Personalidad (mientras el rol debe proteger el oficio también debe permitir el reconocimiento de la personalidad)
Una paulatina Separación:
Volvamos al modelo del programa institucional. Puede considerarse que todos los individuos hacen las mismas cosas. La institución se protege de los desordenes. El oficio, rol y personalidad están fuertemente integrados en ese tipo puro. Se hallan más cerca del programa institución son los formadores de adultos y maestros. En ambas hay prioridad al oficio.
En los casos de los profesores de educación primaria y de formadores, el oficio se establece a partir de una relativa capacidad de objetivar el trabajo producido, parece que el oficio por la relación da una consistencia a la identidad profesional.
Entre los trabajadores sociales la matriz institucional gira un grado ya que se define el oficio por la relación y por la personalidad.
Los mediadores representan el caso extremo de una experiencia desprovista de centro, de una experiencia en la que el oficio no existe. La personalidad sola del individuo le permite construir su rol (oficio)
¿Cómo conseguir el reconocimiento?
Exceptuando a los formadores los otros actores desarrollan una doble afirmación (que va creciendo a medida que se aleja del programa institucional):
1.    Tenemos una actividad útil y apasionante
2.    No nos reconocemos. No tenemos el lugar que nos merecemos. No hay reconocimiento. ¿Pero cuál sería la explicación?
-    Empobrecimiento relativo de los actores ( poco solido)
-    El menosprecio sería el resultado de la distancia entre lo imaginado del programa institucional y la índole del trabajo sobre los otros hoy en día.
Los profesionales del trabajo sobre los otros piensan que se espera demasiado de ellos y no se les concede suficiente legitimidad. Ese déficit de legitimidad explicaría el carácter inagotable de un deseo de reconocimiento.

La profesión inacabada:
Un profesor, un trabajador social o una enfermera tiene problemas para percibir su propia utilidad en una organización compleja. El reconocimiento del rol de cada cual en la organización es problemático y genera tensiones: el reconocimiento de unos es a veces a expensas del otro. Eso crea celos.
El trabajo sobre los otros no está alienado porque el trabajador permanezca ajeno a su trabajo sino al contrario porque está demasiado comprometido por convicción.
La decadencia del programa institucional puso a todos los actores frente a los gajes de su personalidad. (Deben realizar ese trabajo con lo que son)
Los mediadores son la figura extrema de esa situación:
-    Trabajan con lo que son
-    Están dispuestos a las dificultades de su trabajo
-    No les protege su rol ni su trabajo
Corporativismo y movimientos morales:
Por causa del déficit de reconocimiento, la queja naturalmente forma parte de la experiencia de trabajo normal. “ya no soporto la escuela pero me encanta dar clase”.
La afirmación de la profesión:
El trabajo sobre los otros se define como un conjunto de semi profesiones. Los trabajadores que hemos estudiado tienen una cualificación académica, poseen títulos, comparten reglas éticas más o menos formalizadas y cuentan con los beneficios de cierta autonomía en sus trabajos.  Trabajan en grandes organizaciones, son sometidos a un control jerárquico, no eligen sus clientes y sus carreras no dependen inevitablemente de sus desempeños. No obstante su trabajo no es el de los empleados ni los obreros, pues construyen por si solos gran parte de su actividad.
El problema proviene de su encuentro con una experiencia de trabajo astillado. Es por eso que el núcleo de la acción colectiva y sindical apunta a reforzar las definiciones de las profesiones. Cada actividad específica trata de obtener una habilitación profesional, un reconocimiento peculiar.
El reconocimiento profesional se muestra como la única manera de resistir al estallido de experiencias singulares de trabajo.
Compromisos morales:
Pero la acción profesional no condensa todas las significaciones de una experiencia laboral que es de índole ética (y técnica).  A la par de la reivindicación profesional se desarrolla el “radicalismo despolitizado”. Se desarrolla una sensibilidad o una acción critica cuyo objeto es que vuelvan a ingresar en el juego como sujetos. Radicalismo porque apoya temas morales y apolítico porque no se reconoce en organización o algún partido.
El trabajo sobre los otros no pasó de la vocación a la profesión, se transformó en unas experiencias fragmentadas en las cuales el trabajador es el productor de su propio trabajo.

CONCLUSIONES
 ¿Puede prescindirse de las instituciones?
“programa institucional” es un tipo particular de trabajo sobre los otros que presupone:
-    Integración de los principios que rigen la acción
-    Trabajo concebido como una vocación
-    Subjetivación fusionado en la socialización ( disciplinas aplicadas)
“La institución” no es:
-    Identificable con las organizaciones que la llevan adelante
-    Identificable con los sistemas de representaciones y decisiones políticas
-    Identificable con las costumbres o modos de pensar
Se diferencia de la noción de institucionalización cuando
-     Alude a conductas que se transforman en actos rutinarios
-    Designa un mecanismo de reconocimiento de entrada en un sistema político
-    Remite al desarrollo de las organizaciones y al enfriamiento de los movimientos espontáneos
La decadencia del “programa institucional (instituciones) es un proceso.
He optado por una observación y un análisis moderado por detrás de quienes ven a la decadencia de las instituciones a las derrotas de la razón, de la civilización y de la república en una sociedad en donde el Estado promovió al individuo.
Una decadencia irreversible
La decadencia de las instituciones forma parte de la modernidad en sí y no de una crisis del capitalismo. –varios autores nos mostraron los rasgos contraditorios de la modernidad.
La modernidad se concebía como:
1-    Desarrollo de la racionalidad de la división del trabajo, del mercado, un mundo objetivo.
2-    Surgimiento de un individuo autónomo, libre, moral, amo de sí mismo.
Los sociólogos clásicos pensaron esa modernidad. Y fueron escépticos. Y hoy en día se observa lo que ella había anunciado “desde el principio”.
El programa institucional de las sociedades modernas fue el intento de unir la doble naturaleza de la modernidad, de combinar la socialización de los individuos y la formación de un sujeto en torno a valores universales.
 Sin embargo el gusano ya estaba en el fruto. La decadencia del programa institucional está escrita en la modernidad. Este libro es la consumación de una ruptura. Y el proceso se ha acelerado hace unos treinta años.
Las transformaciones de la esfera religiosa y familiar tienen historias comparables. El Creyente era sobre todo un fiel. Con el protestantismo el fiel se volvió un Laico. Y así sucesivamente hasta que los modos de creer se multiplican y la iglesia forma parte de una decadencia general del programa a institucional.
La decadencia de las instituciones  no es un accidente o una crisis pasajera.
En Francia por detrás de la decadencia del programa institucional se haría presente el agotamiento de una identidad nacional republicana.
Los problemas:
Pero el proceso de decadencia de las instituciones no significa que hemos dejado el infierno por el paraíso. Es posible diferenciar cuatro tipos de problemas que derivaban del carácter de la mutación que hemos intentado describir:
1.    Legitimidad y Autoridad: en el paso de una autoridad tradicional a una autoridad racional y legal (autoridad en la que se deben dar pruebas y justificarse sin cesar) no impide que los profesionales encargados de ejercer esa autoridad se encuentren en una situación inestable y difícil de soportar. Sin embargo hay quienes sí deben justificarse y conquistar esa autoridad, pues su rol ya no se las proporciona de manera automática.  Deben construir una legitimidad que apunte a obtener el consentimiento del prójimo.
Cuando la autoridad padecida parece provenir más de la persona que del rol, abdicar es someterse a un poder arbitrario.
2.    Relaciones sin mediación: el segundo problema es el riesgo de la relación no mediatizada.
La técnica de fraccionamiento ininterrumpido de las distintas dimensiones de las relaciones con los otros las instituciones se deshacen de su propia magia, participan plenamente en una racionalización y un desencantamiento que consiste en articular racionalidades de la acción tan puras como autónomas. 
El mundo postinstitucional desarticuló la relación (la relación con los otros se construye en el programa institucional a partir de un Centro y de un tercero llámese ciencia, ley o cultura escolar) en tres dimensiones: el control social, la relación se servicio y lo que los actores denominan “relación”.
Un riesgo observable es el de la disociación radical de esas dimensiones. En el Trabajo Social por ejemplo el control social mediante la judicialización de los comportamientos va en aumento; la gestión de los servicios es confiada a aprendices, mientras que los educadores se concentran en relaciones.

Las instituciones se deshacen de su propia magia con este fraccionamiento ininterrumpido, participan en una racionalización y un desencantamiento que articula racionalidades de la acción tan puros como autónomos.

Esto plantea un problema de socialización, pues despoja la magia que los actores suelen atribuir a la relación. Se corre el riesgo de vaciarla de sentido.

3.    Los principios y las prácticas.
Cuanto menos guiadas son las instituciones por principios centrales y homogéneos, mas son intimidados los actores a zanjar diferencias entre principios de justicia inconciliables. Se hacen arreglos locales entre normas contradictorias.
Eso les lleva a construir equilibrios inestables. La disciplina misma es constantemente negociada en función de los individuos, de los grupos y de los casos.

En el libro hemos hablado de hipocresía escolar. Pero igual podríamos hablar de hipocresía medica, hipocresía de lo social y de hipocresía judicial. En este caso los más débiles pueden además ser los peor servidos.

Débil Protección a los más débiles.

Las clases populares están ligadas a las instituciones, no porque éstas creen igualdad sino porque protegen y dan seguridad.

Bajo la autoridad de la palabra del sacerdote, del maestro y del médico, todos parecen iguales. Así pudo percibirse la firme disciplina del cuartel, de la escuela republicana y del hospital como un progreso de la igualdad.

El llamamiento a la igualdad de individuos libres y autónomos, los profesionales y sus clientes, deja desprotegido frente a la violencia de un poder que constriñe a los actores a ser plenamente responsables.
CAMINOS SIN SALIDA


EL regreso a la Autoridad

El primero es un regreso a la edad de oro del programa institucional. Para reconciliar la integración del actor con la del sistema y restablecer una autoridad legítima en torno a valores centrales indiscutibles y compartidos. Es decir un llamado a refundar la religión y familia tradicional.
Es decir volver a que la religión ocupe un puesto central.

En Francia ese pensamiento parece bastante residual. Son movimientos corporativistas. Hasta podría decirse que se crea una izquierda conservadora. Al un sueño de un regreso a una sociedad identificada con un Estado-nación, la expresión nostálgica de una Estado que se percibe como homogéneo.
El Liberalismo.

Para los ultraliberales, es decir los llamados libertariens,
-     el conjunto de valores, derechos y reglas sociales no pueden tener como base más que la libre elección de los individuos para promover sus intereses, identidades y pasiones. El principio de igualdad se diluye ante el de libertad.  (La plena libertad podría ampliar la igualdad)
-    El Estado debe quedar reducido a un rol mínimo de preservación del orden
-    El mercado proveerá
-    Ninguna institución es capaz de identificarse con los intereses generales y concebirse como institutriz de los actores y de los sujetos sociales.

EL derecho

En Francia hay mucho gusto por criticar el sitio creciente del derecho y de los derechos. Que serian otros tantos atentados contra la autonomía de los profesionales y contra la legitimidad de las instituciones identificadas con lo universal.

El derecho seria entonces la mediación pacifica de la lucha de egoísmos. Cada cual jugaría el juego social en función de su buen derecho y de sus capacidades para utilizarlo. El derecho puede ser la expresión de la norma, el medio de discutir y de extender los poderes de unos y de otros ampliando el espacio de los derechos.

Sin embargo, basta decir que se vaciaría de sentido al derecho si este fuera socializado en extremo.
¿Instituciones Democráticas?
La decadencia del programa institucional lleva a cambiar de perspectiva y a pasar a una concepción más políticas de las instituciones porque no puede haber otro modo de legitimidad del trabajo sobre los otros que aquella surgida de la democracia. Hace falta que imaginemos instituciones capaces de socializar a actores y de garantizar la subjetivación de los individuos sin estar apuntadas por un principio no social, no justificable y planteado a priori. En ello radica una ruptura decisiva.
El Oficio

Cuanto más se apoyan los actores en un oficio más serena es su experiencia de trabajo, como en el caso de formadores de adultos y de los profesores de primaria.

No debe confundirse el problema del oficio con el de las cualificaciones y las competencias tradicionales. El trabajo debe ser objetivable y el profesional puede decir: este es el resultado de mi actividad.
¿Qué producen los trabajadores sociales, los mediadores y en parte los profesores de secundaria? Es un drama

En cambio, la satisfacción de los formadores y de los profesionales proviene de su capacidad para identificar su propio trabajo o el de su pequeño equipo.
Algunos oficios pese a todo el discurso de las competencias no lo son.
Al oficio responde la defensa de un sujeto que posee algo en procura de acentuar su individualidad sobre algo distinto a un simple reenvió a sí mismo. Oficio concebido como capacidad de producir algo, de conocerlo y de hacerlo reconocer.
El lugar de los Usuarios:
En todos los casos que hemos abordado, los profesionales se sentían invadidos por los usuarios a los que prestan servicios sin estar en condiciones de darles un verdadero lugar, es decir, un estatus a la vez firme y limitado. Ni las reglas burocráticas ni la demanda de los usuarios rigen el juego.
Hay que afirmar tres principios “visto que está allí:”
1.    La demanda de los usuarios debe constituirse de modo claro y que la exhibición de reglas sea  accesible para todos. ( para que no se constituyan en recursos políticos “manejables”)
2.    La formación de esa demanda y de los procedimientos que la permiten, sería el único medio para definir fronteras de la incidencia del trabajo sobre los otros. (las fronteras de ese trabajo se extienden a veces o se estrechan)
3.    Lo político debe afirmar su rol de control y de regulación central.
¿Legitimidad democrática entre iguales?
La legitimidad democrática capaz de fundar las instituciones solo puede extenderse en un sentido limitado. El maestro no puede ser par del alumno.
Esa limitación obedece a la libertad negativa. Eso exige que las esferas de la justicia estén fuertemente separadas y que la debilidad y la dependencia en un ámbito no deriven implícitamente rumbo a una desigualdad general extendida a otros ámbitos.
La democracia también es una herramienta de legitimidad. (Implica deber y procedimientos de justificación)
Si las justificaciones son endebles y arrancadas a los actores implicados, el espacio de legitimidad brindado por la democracia es de los más reducidos.
EL Reconocimiento.

Es importante afirmar la prioridad de un principio de reconocimiento, si se desea que las instituciones protejan a los individuos y autoricen la afirmación de los sujetos. Este principio proviene que es común a los profesionales del trabajo sobre los otros y aquellos a quienes tienen bajo su responsabilidad.
Este lleva a atenuar y suspender las contradicciones entre merito e igualdad. También asegura “la cuota de capacidad” de los individuos.

También plantea el derecho a la identidad personal. Se torna central la opción de vida del propio individuo y no la asignación a una identidad colectiva.
Dicho de otro modo las reglas universales pueden y deben tener en cuenta los proyectos de vida y las naturalezas de los individuos.
















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