Muertos malos y muertos buenos


Muertos malos y muertos buenos


By: Gloria H*
No sé si a usted le pasa lo mismo que a mí porque definitivamente las contradicciones me están enloqueciendo. Me levanto por la mañana, escucho noticias de Venezuela y se me encoge el alma. Cómo no impactarse con la situación de tantos hombres, mujeres y niños que sufren por decisiones políticas. 

Claro que estoy a favor de Guaidó, de su valentía para enfrentar este momento. Pero inmediatamente me surge la figura de Trump y su arrogancia con México, veo su ‘apoyo’ a Venezuela y no sé de qué lado estoy. Con el ‘bueno’ o con el ‘malo’. Difícil manejar este vaivén emocional. Porque concluyo que Trump es bueno cuando se emberraca con Maduro pero es ‘malo’ con su arrogancia para imponer su muro a los mexicanos, pasando aun por encima de sus mismos compatriotas. Con Maduro me ‘gusta’ su poder, que apriete y acorrale para presionar. 

Mis incoherencias continúan: ¿Le aceptaría la solución de una invasión? No, claro que no. Pero y si no es con invasión, ¿cómo entonces? Aceptarle que lo haga es una patente de corso para que lo repita en cualquier momento y a cualquier territorio. Es darle un poder ilimitado, es hacerlo ‘dueño’ del mundo. ¡Qué peligro! ¿Qué decidir? Otra vez, ¿de qué lado debo estar?

El terrorismo es nefasto desde cualquier perspectiva que se mire: eso es claro. Pero esto no significa que se deban violar las normas para igualarse con los transgresores. La guerrilla y el Estado no pueden comportarse de la misma forma. Así sea injusto y desproporcionado. La filosofía no puede ser “malo que ellos lo hagan pero bueno que nosotros sí”. Entonces hay que sancionar a la guerrilla pero eso no da licencia para que el Estado pase por encima de la norma. Hacerlo significa que se da patente de corso para ‘acomodarla’ al amaño de las circunstancias. ¿Quién vuelve a creer? 

Duque debe exigir pero no violentar acuerdos. El Presidente no se crece porque crea que ‘pisoteando’ a su antecesor es más fuerte. Por el contrario, se está enterrando un puñal a nivel nacional e internacional… Y así nos muramos de la rabia, tarde que temprano hay que dialogar. Y más vale ‘temprano que tarde’ porque eso evitará muertes inocentes. La violencia no se elimina con más violencia. Así el mundo patriarcal y prepotente lo haya creído y practicado.

¿Qué muertos contabilizamos u ‘oficializamos’ y cuáles invisibilizamos? Sí, Aldemar Rojas mató a 21 muchachos, pero a él no se lo contabiliza en la lista de muertes del terrorismo. Fueron 21 o 22. Equivocado o no, este hombre también es una ‘víctima’ del terrorismo, con una familia detrás. Entonces, ¿hay muertes buenas y hay muertes malas? ¿Quién las cataloga?

Matar es malo, nadie puede disponer de la vida de otros. A nivel individual se califica como asesinato. A nivel de los Estados es permitido y se denomina ‘defensa nacional’. 

¿Cómo le explicas a un niño cuándo sí y cuándo no? ¿Quienes dan el ‘permiso’ para marcar la diferencia? El meme es contundente: “¿Y si matamos a los malos, quedamos los buenos? No hijo, quedamos los asesinos”. 

La cultura padece de esquizofrenia porque las incoherencias son infinitas. Encontrar el norte en medio de esa maraña es complejo. Lo que significa entonces que el camino que tenemos por delante es antes que nada un camino de humildad y tolerancia. Arduo, difícil y cuestionador.

Tomado de: Periódico Elpais de Cali

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