A Jessica Samboni
Por Profesor Cesar Vélez. Colegio Santa Ana de los Caballeros. Ansermanuevo, Valla del Cauca
Por Profesor Cesar Vélez. Colegio Santa Ana de los Caballeros. Ansermanuevo, Valla del Cauca
Es increíble cómo se puede uno
interesar en las personas cuando ya no están. Allá, en aquel sitio, en aquella
silla, se sentaba aquella chica que dejó una sonrisa tímida plasmada en los
muros de mi salón. La he visto en muchas pantallas de celulares, hablan de ella
en los pasillos. Me conmueve cuando la veo al lado de Wendi, nuestra amiga. Tengo
que confesarlo: al caminar, al ir y venir, la veo, entristezco. La recuerdo en
medio de la última clase, cuando me acerqué, improvisamos un desayuno en donde
Sotelo y Piedrahita como siempre repitieron. Pero eso es lo de menos, fui donde
estábamos, le ofrecí una deliciosa empanada de donde el popular Joaco, dijo que
no y prefirió un buñuelo. Se sentó con los amigos de siempre y con sus gestos
se despidió, sin saber yo, que no la volvería a ver. Sin saber yo, que luego
nos llamarían a todos a dar una trágica noticia. Me pareció, luego muy curioso,
la forma en la que algunos en la iglesia, reían, no se por qué, pero lo hacían.
Llegamos a la iglesia a charlar como siempre e incluso a bromear y hasta a
tener el celular en la mano. También los que somos adultos. Veía yo, por encima
de los hombros de los presentes a sus familiares e imaginé el dolor que
sentían. Rodé la película de la vida de Jesica, no tuvo tiempo, tiempo de
sonreír más, de viajar más, de reír más, de abrazar más. De volar más. Los
pasos que pisamos en los pasillos, en el cole, eran de ella. Los seguimos
pisando y ella no está. Siento un aire a ella. Veo sus manos, sus ojos, su
timidez. Pero lo más importante que veo, es nuestra desidia, nuestra falta de
profundidad, nuestra carencia de amar y respetar. Nuestra falta de optimismo y
de trabajo. Nuestro va y viene como las olas sin sentido, que pegan en la costa
y gimen, pero al final, no saben por qué lo hacen.
Qué veo? Que todo lo
olvidamos. Que todo es anécdota, que todo quisiéramos que fuera goce. Que nos
trivializamos. Que nos materializamos. Pero realmente aquello que huele mal, es
que según mi forma de ver: TODO ESTO ES
TAN POCO IMPORTANTE, QUE A LA LARGA, NADA NOS IMPORTA.
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