Somos del Jarillón: Gente de Bien
Santiago de Cali 22 Noviembre 2014.
La Alcaldía de Cali ha acelerado su campaña de desinformación sobre las condiciones en que viven los habitantes del Jarillón. Desesperados por mostrar que cumplen con la llamada “socialización” (que debieron hacer hace 2 años), vienen realizando reuniones para hablar del proyecto en curso –PJAOC- sin contar con la representatividad de los habitantes del Jarillón.
En esas reuniones, con escaso público y acompañadas de funcionarios de la CVC y EMCALI, la Alcaldía de Cali se ha mostrado como la gran salvadora de los “desafueros” de los habitantes del Jarillón. Señala que ellos son los causantes de las inundaciones de los barrios aledaños y que todos los asentamientos son ilegales por estar en terrenos de carácter público. Toda una campaña en la que se nos muestra como actores indeseables y habitantes de tercera categoría que no debemos permanecer en las entradas de la ciudad.
Además se nos engaña con cartas y formatos de asistencia que luego usan con otros objetivos de acuerdo a la conveniencia del proyecto. Amén de las alternativas o soluciones de vivienda, que en una ira de sinceridad, han admitido que se entregarán de forma fragmenta, con solo dos piezas y gota a gota.
Carentes de toda vergüenza también hablan de las supuestas nuevas condiciones de reubicación, a todas luces desfavorables para muchos propietarios del Jarillón y que ignoran lo que a través de los años y con el sudor de nuestra frente hemos logrado conseguir: acceso a energía, acueducto, nomenclatura y contadores públicos, entre otros. También ignoran las calles, las iglesias y en general todo el patrimonio que hemos construido en muy buena parte del Jarillón.
Tampoco se les escucha hablar de las decenas de empresas, caballerizas, tiendas y cientos de unidades productivas asentadas a lo largo del Jarillón, que generan trabajo a la comunidad y que, sumado los años, han sido fuente importante de recaudo fiscal para el municipio. Todo con el objetivo de desconocernos, de desdibujarnos como actores determinantes a la hora de ejecutar cualquier política pública seria.
En la comunidad, hemos intentado sacudirnos de semejante encerrona y hemos empezado a deslindar los verdaderos intereses de los funcionarios enviados por la Alcaldía y de la estela de noticias que recurrentemente desinforman sobre el tema. Para nosotros es cada vez más claro que la Alcaldía juega en contra de nuestros intereses. Al igual que en otros temas de la ciudad, Guerrero y sus asesores pretenden volver a Cali una gigantesca plataforma de “venta de servicios” o lo que es mejor, una macrociudad de “centros comerciales” privados y especialmente extranjeros. Giro que ahondara el desempleo e incidirá en el deterioro de la calidad de vida, pues no es lo mismo tener una ciudad con vocación productora a una netamente comercializadora.
Es por esta razón que los sectores menos favorecidos y en particular los habitantes del Jarillón de los ríos Cali y Cauca, somos un elemento indeseable para mostrar en tan perverso proyecto. Y, por afanes propios de la economía, quieren firmar y ejecutar los negocios rápido. Anhelan, por ahora “a las buenas”, desalojar los 17 kilómetros completos.
Sumando los espacios desalojados y las personas que “accedieron a las casitas” (verdaderas cajas de cerillos), van en total 2 kilómetros del Jarillón “recuperados”. Pero este año, o mejor dicho, al 31 de diciembre del 2015, Guerrero deberá tener la mitad “recuperado”. ¿Cómo recuperarán los espacios en los que la gente tiene actas de no aceptación de reasentamiento?
Como si lo anterior no fuera poco, la Alcaldía, como todos los proyectos estratégicos que ha presentado a la ciudad, no ha tenido en cuenta los procedimientos y estudios previos a la ejecución del proyecto. Hoy en día, por ejemplo, no existen estudios serios de la realidad actual de inundabilidad de la ciudad. Guerrero se comprometió con el Gobierno Nacional a resolver el problema de inundación en varios sectores pero no aparecen estudios ni del tema específico ni de riesgos (ni siquiera dentro del POT), y se supone, en teoría, que el corazón del PJAOC es precisamente ese. ¿Cómo hace Guerrero para que Juan Manuel Santos le siga girando los dineros “de la contrapartida” del PJAOC que ascienden a casi el billón de pesos? ¿Sabe la Contraloría y la Personería que Guerrero sigue ejecutando el proyecto sin plan de riesgos, de inundabilidad e ignorando mínimos planes de indemnización a los afectados?
No es justo, legítimo ni democrático, que se nos siga dando un tratamiento de “indeseables” a la comunidad del Jarillón. Nosotros somos gente seria y trabajadora al igual que la inmensa mayoria de los caleños. No es sensato tratar de engañarnos u ofrecernos reubicaciones que desmejoran nuestras condiciones, hacinados, sin tener en cuenta nuestro patrimonio, pero sobretodo ignorando los lazos sociales que por más de 40 años hemos construido. Es menester recordar que fue el Estado el que nos sometió a asentarnos aquí, permitió que habitáramos, conviviéramos y aprendiéramos a convivir aquí. ¿Por qué ninguna entidad nos habló de riesgo durante tantos años?
Lo que estamos exigiendo es ser reconocidos como actores válidos, para luego ser escuchados y finalmente para poder demostrarle a la ciudad que no es cierto que todos vivimos en “riesgo inminente”; y que al igual que la mayoria, tenemos hijos y familias y hemos construido pequeños y medianos patrimonios con mucho esfuerzo y sacrificio. Señor Alcalde: no queremos ser tratados como “invasores”.
Pensamos que la administracion municipal debe reconocer sus errores, renunciar a su táctica de “socializar rápidamente”, con información sesgada y con explicaciones poco técnicas. Debe reconocer la Mesa de Por la Dignidad de los Habitantes del Jarillón, a sus líderes, a la comunidad religiosa, a los voceros de las pequeñas empresas y a todas las asociaciones representativas y avaladas por la comunidad.
Mientras eso sucede, nosotros seguiremos reuniéndonos semanalmente, convocando a las asociaciones y familias hermanas que comparten o se sensibilizan con esta problemática. Seguiremos organizando talleres e invitando a profesionales que quieran compartir con nosotros sus conocimientos.
Hacemos un llamado a toda la comunidad del Jarillón a no dejarse engañar, a abrir los ojos y los oídos y a unirnos todos como hermanos sin distinciones de credos o ideología para defender nuestra comunidad y nuestro patrimonio. Participemos de las reuniones semanales y organicémonos porque la batalla es larga y compleja.
Mesa por la dignidad de los habitantes del Jarillón
Asohajari
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