Hasta luego Pergoleros

 


Hasta luego Pergoleros

Cali, 25 de Julio 2021

Algunos Pergoleros sabrán de los cambios que últimamente se han dado en el grupo. Sin embargo he visto que muchos no le han prestado ni la menor importancia y, otros muy pocos, simplemente han asumido conclusiones particulares que respeto desprevenidamente. Lo cierto es que algo pasó, sin embargo y sinceramente, no es la intensión de esta nota ahondar en las perspectivas de dichos cambios. Ésta no tiene otra intención que despedirme y finalmente agradecer las 76 montadas que tuve al lado de los que alguna vez vi como miembros de una familia.  

Al comienzo, todo fue como los buenos comienzos: llenos de aprendizajes y de risas. Yo hasta hoy pensaba que jamás había montado cicla en mi vida, y por eso pensé que me daba tan duro subir los martes hasta Sebastián de Belalcázar, pero escribiendo esta nota encontré una foto muy vieja en donde me veo en el barrio el Guabal montado en una monareta amarilla hermosa junto a un primo que, pensándolo ahora mismo, no veo hace mucho tiempo.  

Antes de seguir quiero aclarar que la historia de mi primera subida al kilómetro 18 es totalmente cierta, sin embargo el pedacito donde dicen que me tiré al suelo y vomité debido al cansancio, es totalmente falsa. Sí me tiré al suelo pero no vomité ni mucho menos lo hice en mi cabello (que en ese momento lo tenía largo) 

Para subir sin detenerme a Sebastián tuvieron que pasar 8 subidas hacia esa estatua (que espero no hayan olvidado que la tumbaron el 27 de abril del 2021, un día antes de iniciar el paro nacional del 28ª) Luego siguió el calvario hacia Cristo Rey. Aprovecho esta nota para compartirles que la subida hacia Cristo es mejor hacerla antes de las 5 de la tarde, para llegar hasta las rejas y de allí subir hasta las piernas del Corcovado Caleño, pues en la noche no es permitido. No recuerdo cuantas subidas tuve que hacer para completar esa ruta sin detenerme, pero sí fueron más del doble que las hechas hacia Sebastián. 

Recuerdo con gran sentimiento que la primera vez que subí sin hacer paradas hacia Cristo Rey iba con un amigo, Andrés, el famoso “Teacher”, a nuestro lado subió, extrañamente, uno de los que llamaban “lideres”: Arley. Digo extrañamente porque él no iba en cicla, iba en una moto, sin embargo nos acompañó hasta arriba. Creo que era muy amigo de George porque mío no lo era. Siempre lo consideré bastante individualista, a pesar de que ayudaba rápidamente a desvarar a cualquiera del grupo cuando había dificultades. Arley tenía una buena cicla, era atlético y subía y bajaba cualquier ruta las veces que quisiera. Es un muchacho joven y últimamente me he dado cuenta que es muy trabajador y lleno de sentimentalismo. Aquel día no paramos porque teníamos esa verraca moto al lado. Nunca olvidare esa primera vez y nunca la volveré a subir tan rápido.

Esos entrenos hacia esos lugar sirvieron más adelante para llegar a esos objetivos pero ya no por la carretera sino por las trochas. Se entrenaba los martes, jueves y sábado para luego hacer trochas los domingos. La que más recuerdo en esos comienzos fue la “pelabolsillos”. Yo ya me creía un experto en MTB. No me peló los bolsillos pero si las pelotas. 

En pelabolsillos, en la mitad del camino, varios se bajaron porque había una fonda cuyo fondo era rocoso. Bajar podría significar salir volando al momento de querer coger la inclinación que era por ahí de 20% El que iba delante de mi salió volando cuando la llanta de adelante se estrelló con un filo al intentar subir. Yo obviamente, con mi burrito GW también salí volando con bicicleta y todo. Ese día me tuve que devolver, porque a la cicla se le dobló la uña, el muñeco milagrosamente se salvó.

De las trochas siguieron las salidas hacia otras ciudades y municipios. Fuimos al Cauca, a un páramo. Fue la primera vez que alcance en una rodada a un muchacho que se apellida Segura, siempre lo vi como un líder, no sé por qué nunca le dieron ese status. En el Cauca el frio era tenaz pero el paisaje de los frailejones costó cada pedalazo de la ruta. Una de las mejores fotos las tengo en ese paramo. Durante el recorrido nos hizo buen clima pero el diluvio que cayó cuando bajamos fue descomunal, el frio penetró los huesos y las 4 personas que dormíamos en el cuarto caímos como ángeles. No les cuento cómo ni quién nos ayudó a llevar las ciclas al Cauca. Esa historia se las contará Mauricio, uno de los fundadores del grupo.

También fuimos al Danubio. Fue simplemente espectacular. Camilo prometió llevarnos otra vez, quiera dios que cumpla su palabra. Si alguien me hubiera contado como era la bajada al Danubio juro que hubiera alquilado una cicla con Doble suspensión. Mi pobre burrito duró hasta ese día. La bajada que yo me pegué en esa loma jamás la volví hacer. No es por chicanear, pero descendiendo me encontré tres grupos… y seguí. Fue la primera vez que espere a Segura en la ruta. Nunca más lo volví hacer. 

Mi recomendación es: si usted le gusta el MTB y no ha ido al Danubió, usted todavía es un cachorro. El ascenso no se lo recomiendo a nadie. Con decirles que uno de los lideres, más destacados, el señor Carlos Holguín, terminó subido con cicla y todo en una buseta porque no pudo subir. Recuerdo mucho la cara de Don Jefry cuando llegó a la meta. Echaba chispas porque la única persona que tenía la capacidad de detenerse, devolverse y ayudar en esa ruta era él. Eso no le permitió llegar con buen tiempo. Como Jefry no conozco ningún ciclista hasta el momento. Le dicen el caballo Jefry.

Con un poco de experiencia, salidas, caídas siguió otro proceso, quizás el más duro del ciclismo, asimilar que en el fondo este es un deporte individual. Todo lo que se haga contra eso es contranatural. Empecé a salir sólo, por rabietas, porque las rutas eran muy duras en el grupo o simplemente para conocer o mejor, reconocer, nuevas rutas. Esa dinámica dio sus frutos. Terminé yéndome con un loco llamado José Buitrago para el Lago Calima. La ruta fue tan genial que hice de todo para volver. Primero convencí a George y lo llevé. Por allá pasó lo que tenía que pasar (risas) Luego convencí a Camilo, quien me ayudó a convencer al resto del grupo. Nos fuimos para El Lago Calima, luego para Restrepo, luego para la variante. La ruta fue mejor que la del Danubio. Es más, ha sido la mejor de todas (risas) Todo salió muy bien. Allí estreché lazos con Don Einar y su familia, quien fue fundamental en la convocatoria, pues estábamos en plena pandemia mundial e intentar convencer a la gente era toda una odisea. 

Vale la pena ahora mencionar algo sobre la pandemia. El grupo tuvo una caída impresionante. La gente no quiso salir. Sumado a eso, una de las personas más importante del grupo se metió en un proyecto nuevo de emprendiendo y no volvió a salir. El grupo casi se acaba en pandemia. Para sacarlo adelante nos inventamos del sombrero una estrategia: conformar un grupo de Coordinadores. Allí empezamos a planear rutas, hacer discusiones en torno al ciclismo y lo más bonito de todo, estrechar lazos de amistad, dinámicas necesarias en una pandemia y en un deporte tan individual como el ciclismo. Se hizo hasta lo imposible porque cada uno tuviera su camiseta de Pergoleros.

Las cosas marchaban a medio paso pero marchaban. De 66 personas que salieron al Lago Calima escasamente convocábamos a 20. Sin mencionar que con algún grado de sinceridad, mucha gente nos escribía al grupo de coordinadores diciendo que no saliéramos, que era peligroso. Varias personas se contagiaron de Covid. Incluso, y esta es la parte más triste. Tuve que sentir el recorrido de la muerte al interior del grupo, pues familiares de la gente del grupo murieron.  

Mantener el grupo en pandemia no fue fácil. Pero se sacó adelante (al menos eso me gustaría creer) De todo este proceso lo más bonito fue la construcción de una amistad. Parece como si la pandemia nos hubiera obligado a ser amigos. El que no cruzo palabras, compañías y risas con el grupo de coordinadores no vivió la mejor parte del grupo de Pergoleros. La verdad la pasamos muy sabroso.

Hoy la pandemia se ha estabilizado. Ha sido mucha gente la que ha muerto en el país. Las vacunas empiezan hacer sus efectos. Los grupos de ciclismo poco a poco empiezan a salir ¿Y yo? Debo retornar a mi ciudad. Donde trabajo. En pocos días entro a laborar presencialmente luego de un año de virtualidad. Esta nota es para decirles: gracias por todo amigos Pergoleros. No importó género, viento o marea para rodar. Especiales recuerdos tengo de Ana, Mónica, Natalia que se volvieron en algún momento lideresas de esa gran familia. Al resto de chicas gracias por la compañía en las rodadas (Dulce, Quintero, Paredes, Stella, Yake). Al señor Alfonso, que retornó para apersonarse del grupo, sólo buenas energías para él en el corto y mediano plazo.

Espero algún día puedan acompañarme a La Marina, es una ruta muy bonita que todo ciclista debería conocer. De mi parte un Pergolero más y un amigo más. Me voy como lo hacen los mejores footbolistas: en su  mejor momento (:)) Aún no completo mi meta de 86 kilos pero espero, en esta nueva etapa, quizá con un nuevo grupo, conseguirla. Algún día espero ser como muchos de los que se quedan: buenos para pedalear. Me voy pero no es más que un hasta luego. Porque más temprano que tarde las rutas nos juntarás. Disculpen mi desinteresada intensión de convertir el grupo en una pequeña familia y en insistir tanto en las 786 fotografías que capturé. Pude haberme equivocado en cosas pero jamás lo hice motivado con un interés particular. Siempre lo hice bregando en construir un colectivo. Nos vemos en agosto en Rio Frio.



2 comentarios:

Unknown

Mi querido amigo al leer sus letras me recuerda a un gran escritor nuestro GABRIEL GAECIA GABO y no lo estoy diciendo en broma el que haya leído un fragmento de él sabrá que no miento...la verdad me duele que se valla por que todos los días aprendemos de los demás y de usted uno aprende la tenacidad.la sencillez.la amistad.la constancia y también quiero decirle que los motivos que lo hicieron separar de perfileria quede en el olvido borrón y cta nueva sigamos con nuestra amistad con Alfonso y está invictacion se la extiendo a Camilo a Mónica y a Carlitos la más lindo del ser humano es el perdón y olvidó
Dios me lo cuide y lo proteja en este camino largo y peligroso pero lleno de triunfos y sabores
Einars

jonathan garcia

Que buenas palabras, me llegó hasta el alma

Publicar un comentario

Carlos Gaviria Díaz "Camino de la Patria (POEMA)